Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

  OO9.

Apenas terminaron las clases, JiMin se levantó del pupitre, y tras recoger sus cosas, salió directamente hasta el salón de NamJoon, dónde el mayor ya estaba esperándolo para reunirse con los otros dos. Caminaron tomados de la mano hasta el patio, ya nadie les prestaba gran atención, además de esas chicas locas que eran como admiradoras de su relación. Todos en la universidad sabían que eran novios y eso era genial, porque a JiMin no le gustaba fingir en ningún lado ni ocultar sus muestras de cariño hacia NamJoon.

Al llegar al patio, se quedaron esperando a que llegaran. Mientras hacían eso JiMin empezó a cuestionarse si lo que estaban a punto de hacer era lo correcto; NamJoon notó su preocupación y le pellizcó la mejilla con una sonrisa confiada.

—Deja de buscarle peros al plan, bebé. Te dije que saldrá bien.

JiMin se cruzó de brazos y tensó los hombros.

—No sé cómo puedes estar tan seguro.

—El sexo es la solución para todo —contestó sencillamente.

JiMin quiso golpearlo.

—Hola —dijo HoSeok al rato, llegando primero que Yoongi (ya se veía venir). Tenía las mejillas rojas y no se atrevía a mirar a NamJoon. Pobre, si supiera lo que le esperaba.

—Hola, HoSeok-ssi —dijo JiMin sonriendo—. ¿Has tenido un buen día?

HoSeok se encogió de hombros. —Supongo. ¿Me vas a decir qué solución encontraron tú y NamJoon?

—Aún no —dijo este último—. Debemos esperar a Yoongi.

—¿Eh? —dijo HoSeok confundido.

JiMin quiso explicarle, pero decidió que lo mejor era esperar a su cuñado. Tras unos minutos Yoongi apareció bostezando y con expresión somnolienta. Los miró primero a ellos y después a HoSeok. Sus cejas se arquearon y luego se fruncieron en dirección a NamJoon, reprochándole.

—Bastardo —siseó entre dientes.

—Este bastardo fue el que vino a traerle un fin a ese absurdo problema que tienen, pedazo de caca.

—No vayan a empezar, por favor —suplicó HoSeok, luciendo incluso más desconcertado que antes—. ¿Por qué tenemos que estar los dos? —le cuestionó a JiMin.

—Porque es un problema sobre su relación, y la relación es de dos, no de uno —respondió con firmeza, misma que desapareció al pensar cómo explicar lo demás—. Bueno... NamJoon y yo lo hablamos y se podría decir que... la conclusión a la que llevamos no es... muy agradable que digamos.

—Habla por ti, a mí me parece genial para todos —espetó su novio ofendido—. Ellos se liberan de dudas y nosotros podemos dejar de estar dándoles consejos obsoletos —suspirando, JiMin no encontró cómo replicar eso.

Yoongi parpadeó un par de veces antes de girar la cabeza hacia HoSeok, mirándolo con curiosidad.

—¿Le pedías consejos a JiMin?

HoSeok frunció los labios y asintió con la cabeza.

—Perdón, entiendo que era un asunto privado, pero enserio no sabía qué hacer.

—No... No te preocupes —dijo con una sonrisa torcida—. Yo se los pedía a NamJoon también, después de todo. Tal vez por eso es por lo que ahora estamos así de mal

—¡Jódete! Todos son tan malagradecidos, por un infierno —bufó, tocándose la frente con molestia luego—. Ya, NamJoon. Sin arrugas, tu rostro no tiene la culpa —se dijo a sí mismo. Respiró profundamente antes de mirarlos y declarar—. Seré directo porque no quiero decir algo de lo que después me arrepentiré. Ustedes están llevando las cosas demasiado lento. Originalmente eso estaría bien si no fuera porque no lo hacen a voluntad propia, ambos están esperando a que el otro reaccione y dé el paso, por lo que nunca avanzan —Yoongi y HoSeok desviaron la mirada, culpables—. No creo que se hayan dado cuenta hasta ahora de que están actuando como un par de cobardes, sólo por no querer decidir quién demonios es el pasivo, quién da el beso primero, o quién carajos va a pedir la primera cita...

—NamJoon, no hay necesidad de ser tan brusco —dijo JiMin con pena ajena. No se suponía que los iban a regañar.

—No, se los tengo que decir para que se den cuenta de que estaban fallando —se cruzó de brazos de nuevo—. Si piensan que estar abajo los hará sentir menos hombres, están jodidamente equivocados. No sé si sabían que hay muchos hombres hetero que disfrutan la estimulación anal, no tiene nada que ver con la masculinidad.

—Lo dice el machito que nunca se ha dejado dar por atrás —murmuró Yoongi con molestia.

JiMin casi se rió de forma nerviosa. No quería que tocaran ese tema por la misma razón, pues para NamJoon era difícil admitir eso.

Tarde. Ya NamJoon estaba estrechando los ojos y apretando la mandíbula.

—JiMim y yo lo hemos intentado, para tu información —admitió, ganándose una mirada sorprendida de ambos. JiMin la apartó, mortificado—. Y si no lo disfruté, no fue porque me sintiera apenado de estar recibiendo por el culo, sino porque...

—NamJoom... Eso no viene al caso —se quejó.

Pasados unos segundos, NamJoon dio un par de respiraciones profundas, asintiendo con la cabeza.

—Tienes razón —concedió, relajando su cuerpo eventualmente—. Lo que intento decir, es que las cosas nunca se solucionaran sino aceptan que habrán veces en las que van a tener que ceder ante el otro. Ya sea en la cama, en las discusiones... Pero eso no significa que están dejando su puesto como hombres, ¿entienden?

Yoongi se punzó la mejilla con la lengua y asintió rígidamente. HoSeok solo meditaba con la mirada en el suelo.

—Y... ¿Y esa es la solución que encontraron para nosotros? —consultó.

—No. Lo que va a resolver sus dudas será mucho más práctico que unos simples reproches —aseguró NamJoon. Cuando captó la intriga de ambos se dispuso a sonreír ladinamente—. Esto será lo que harán: esta noche vendrán a nuestra casa, y vamos a tener sexo los cuatro.

Yoongi se atragantó con su saliva, y HoSeok abrió mucho los ojos y la boca.

Reaccionaron mejor de lo que creí.

—¿Q-Qué has dicho, NamJoon? —dijo Yoongi con incredulidad.

—Lo que escuchaste. Vamos a tener sexo los cuatro —hizo una pausa, corrigiéndose después—. No sabría si llamarlo una orgía, pero la idea técnica es estar todos juntos y mirar...

—¡¿Y de qué nos va a servir verlos coger?! —exclamó Yoongi con el rostro rojo.

—Lo verás cuando estemos ahí —aseguró—. Además, así nos aseguramos de que no se echen para atrás y hagan todo bien. Luego de hoy, ustedes podrán decidir si están dispuestos a seguir juntos (en todos los sentidos) o simplemente terminar y buscar una muñeca inflable.

Pasaron largos minutos de silencio incómodo, en los que los otros chicos dudaron y miraban a NamJoon como si estuviera loco de remate.

HoSeok miró a JiMin después de un momento. — ¿Tú estás de acuerdo con eso? —JiMin sonrió y asintió sencillamente.

—Bueno, ya lo hemos hecho antes con Hyungwon y JungKook, así que no me daría pena —se relamió los labios, deliberando—. Sé que suena descabellado, pero después de pensarlo un momento me di cuenta de que en realidad podría funcionar. Si ustedes no pueden dar el paso por sí solos les caería bien un empujón, y puede que observar que NamJoon y yo lo disfrutamos les dé un poco más de confianza.

—No pueden hablar enserio —gruñó Yoongi—. Es una locura.

—¿Lo es? —murmuró HoSeok de vuelta—. ¿Más que esperar a que el otro adivine qué es lo que quieres? —Yoongi frunció el ceño ante eso. JiMin resopló—. Escucha, Yoongi... Entiendo que sea incómodo para ustedes, pero nada perderán con intentarlo. Si estando allí, deciden no hacerlo, entenderemos, pero deberán solucionar sus asuntos solos sin pedirnos opinión después. Ustedes solicitaron nuestra experiencia como hombres que somos, pero hasta ahora no parece funcionar nada. Si esto no lo hace...

—Yo quiero intentarlo —dijo HoSeok de repente, con una expresión decidida que los dejó impresionados—. Será perfecto para decidir si esto es una confusión o realmente nos gustamos, Yoongi. Piénsalo.

JiMin y NamJoon alzaron las cejas, pues no pensaron que HoSeok tendría la misma certeza que ellos.

Yoongi lo miró inseguro por un buen rato, luego se mordió el labio y apretó los ojos, soltando un quejido, por último.

—Ugh... Está bien, está bien. Hoy iremos a su casa y haremos eso —cedió. HoSeok le sonrió un poco, al igual que JiMin y NamJoon.

—Bien, los esperamos —NamJoon tomó su mano y se dio media vuelta, pero antes de eso les declaró una última cosa—. Ah, por cierto... Deberán escoger quién será el pasivo para entonces. Así no perdemos tiempo, ya saben.

JiMin sintió algo de compasión al ver sus muecas, aunque ninguno replicó a la condición de NamJoon, así que pronto se fueron y los dejaron solos.

—¿Crees que realmente funcionará? —corroboró JiMin.

NamJoon se lo pensó un momento mientras tarareaba. Luego sonrió y dijo. —Estoy un ochenta por ciento seguro de que sí.

—Supongo que peor es nada...

(♡)

NamJoon y Yoongi se quedaron allí parados como unos idiotas por tiempo indefinido, compartiendo el mismo pensamiento.

«¿Quién será el pasivo?»

—Yoongi... —musitó abochornado. Yoongi lo miró de soslayo—. Yo... Mmm.

—No hace falta que te sacrifiques, ¿sabes? —le cortó toscamente—. NamJoon tiene razón. No hay que seguir anclados a ninguna mierda de macho, sólo es un rol y podemos discutirlo después... si todo funciona.

HoSeok lo analizó antes de asentir y rascarse la nuca.

—¿Quieres ser tú, entonces? —inquirió.

Yoongi asintió sin dudarlo, pero HoSeok no era tan estúpido como para no notar lo sombrío que estaba su rostro, o la gota de sudor que le recorrió la sien, o la forma en que su manzana de Adán se balanceó cuando tragó saliva ruidosamente. El lenguaje corporal de Yoongi expresaba incomodidad por algo que ni siquiera estaba sucediendo aún.

Se acercó y tomó la camisa de Yoongi entre sus manos, tirando de su cuerpo para juntar sus labios en un beso tranquilo, en el que HoSeok intentaba transmitirle sus sentimientos. Yoongi estuvo rígido por cinco segundos antes de relajarse y rodear la cintura de HoSeok, devolviéndole el beso con afecto. HoSeok se sintió en el cielo como siempre, y a la vez, se sintió seguro de su decisión; no es que fuera fácil aceptarlo del todo, pero si algo estaba claro es que él se sentía mucho más cómodo estando abajo, eso fue más que obvio ese día que se tocaron en su casa. Yoongi nunca consiguió relajarse completamente, en cambio con unas cuántas caricias HoSeok se había entregado al placer que le ofreció. Además, a juzgar por lo que NamJoon estuvo insinuando, y el hecho de que Yoongi no había disfrutado para nada los dedos, sólo podía deducir que ellos no eran particularmente sensibles en la zona anal. Él había leído algo relacionado hace tiempo sobre eso, así que juntando toda la información no había nada qué hacer. Confiaba en Yoongi, y confiaba en NamJoon y JiMin. Todo saldría bien.

—Yoongi... Yo estaré abajo, ¿sí? —le susurró sobre sus labios. Yoongi entreabrió los ojos ligeramente para mirarlo—. No lo estoy haciendo por un sentimiento retorcido de lástima ni nada, sé que las cosas irán mejor si tú estás arriba.

—Pero... Yo creí que...

HoSeok puso un dedo en sus labios, presionando un poco y mirándole con una sonrisa.

—Confía en mí, tú sólo encárgate de hacerme sentir en las nubes como siempre.

Se sintió contento cuando, con una sonrisa atravesando sus labios hasta llegar a sus ojos, Yoongi afirmó con la cabeza y dejó un besito en el dedo de HoSeok.

Se volvieron a abrazar por un rato, tratando de creer fielmente en lo que pasaría hoy, y en lo que pasaría después también.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro